Este fin de semana ha resultado muy fructífero en la caza de
micrometeoritos (estrellas fugaces). Después de escobar la terraza, filtré la
arena recogida y le pasé un imán para capturar los metales que contenía. El
resultado fue magnífico, ya que las últimas lluvias habían dejado sobre el
suelo gran cantidad de micrometeoritos.
Sobre la Tierra se depositan a lo largo del día más de 100
toneladas de material extraterrestre, la mayor parte son micrometeoritos, restos
de cometas, asteroides o polvo interplanetario. Los micrometeoritos y el polvo interplanetario quedan en
suspensión en las capas altas de la atmósfera y poco a poco se van depositando
en el suelo en el interior de las gotas de lluvia, copos de nieve o granizo.
La mayor parte de esos meteoritos tienen una composición
rocosa, pero otros están formados de hierro y níquel, y pueden ser separados
del resto de partículas del terreno con un imán, y ser observadas con un
microscopio (su tamaño es diminuto, con diámetros de milésimas de milímetro). Su
forma redondeada y con estrías delata su origen. (Esférulas cósmicas)
Esos meteoritos proceden directamente de la materia que dio
origen al sistema solar. Tienen una edad por tanto de unos 4.500 millones de
años.
En las imágenes, tomadas con un teléfono móvil a través del
ocular del microscopio, además de los micrometeoritos, también se pueden
observar unos cuerpos geométricos en forma de octaedro regular (ocho caras con
forma de triángulos equiláteros, en forma de dos pirámides unidas por sus
bases), creo que se trata de un mineral, la magnetita, un imán natural que,
como puede apreciarse en las imágenes, mantiene unido o pegado a todo el
conjunto de micrometeoritos.