miércoles, 22 de abril de 2015

RECUERDOS DEL PASADO: EL DURO OFICIO DE LA PESCA CON REDES EN LAS AGUAS DEL RÍO EBRO

¿Y si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras? ¿Y si soñaras que ibas al cielo y allí recogías una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano? ¡Ah!, entonces…   ¿qué?

Hoy tendríamos que ser unos románticos para dormirnos, y en nuestro sueño, soñar. Soñar que estamos a la orilla del río Ebro viendo sus aguas limpias y cristalinas y, al despertar, ver nuestra imagen reflejada en el agua junto al serpentear de las anguilas entre las piedras del fondo.

Pero hubo un tiempo en que esto fue así, y testigos de ello fueron los hermanos García Sorrosal, vecinos de El Burgo de Ebro.

Lorenzo, Pascual y Agustín, junto con el padre, Agustín “El Rayao”; se dedicaron al duro oficio de la pesca con redes en las aguas del río Ebro. Con ellos ha desaparecido un oficio que se remonta, muy probablemente, a los primeros momentos del asentamiento estable del hombre en las orillas del río.

Desgraciadamente estas personas ya no se encuentran entre nosotros, pero te invito a que conozcas este duro oficio a través del audiovisual que en el año 2002 preparé gracias a sus testimonios. Nunca olvidaré los momentos vividos junto a ellos, especialmente con Agustín: vecino y amigo.

El Burgo de Ebro tiene una historia, y estos hombres tienen un lugar en ella.

Para dejar un comentario, entra como "anónimo" o "nombre/URL" Gracias.


sábado, 18 de abril de 2015

AGUAS Y SALES DE MEDIANA DE ARAGÓN

Hace dieciséis años escribí un libro sobre la laguna de La Salada de Mediana. Con ello pretendí rescatar del olvido, y darle la importancia que se merecen, las aguas, hoy dormidas, existentes en el subsuelo de este espacio natural y que antaño constituyeron una fuente de riqueza y salud.

El tiempo pasa y el olvido se acrecienta sobre el espacio natural de La Salada de Mediana, donde la dejadez y el abandono nos muestran su imagen más desagradable y triste.

El libro mereció la atención del aragonés Eugenio Monesma, quien realizó un audiovisual para la serie “Oficios Perdidos”.

También estuvo presente el libro en noviembre 2013 en la exposición "Naturaleza mágica. Fuentes curativas de Zaragoza" en el Centro de Historias de Zaragoza. Siendo el Comisario y organizador de la misma, Paco Iturbe.

Te invito a conocer el lugar y a compartir esta información, contribuyendo, de esta manera, en su recuperación.

Para dejar un comentario, entra como "anónimo" o "nombre/URL" Gracias.

sábado, 11 de abril de 2015

EL ORIGEN ASTRONÓMICO DE LA SENDA A LA CIMA DEL MONCAYO

El día 18 de julio de 1860 tuvo lugar un eclipse total de Sol. El Moncayo fue un lugar privilegiado al poderse observar en su totalidad. Hasta la zona se desplazaron los integrantes de las comisiones de los observatorios de París y Madrid, los cuales se hospedaron en el Santuario.

Eduardo Novella, comisario de la expedición, pensó en un principio realizar la observación desde el mismo Santuario, pero pronto se dio cuenta que la ladera del monte era un problema para ello. Por este motivo decidió que era mucho mejor establecer el punto de observación en la misma cima del monte.

Para ello dispuso que se abriera una senda o vereda desde el Santuario a la cima, para facilitar la subida de todos los materiales e instrumentos necesarios para el evento. También ordenó que se construyera una caseta de piedra con el techo de madera que sirviera de observatorio.

Estos trabajos se realizaron por vecinos de Lituénigo, Tarazona, Añón y San Martín. Así que puede afirmarse que la senda que nos lleva a la cima del Moncayo tiene un origen astronómico, y la huella, en su trazado, de muchos de los antepasados que poblaron las localidades antes mencionadas.

Pero el plan que se proyectaba tuvo que modificarse, porque la caseta construida en la cima se hundió al acabar de cubrirla, por lo que, para evitar desgracias, se decidió que no se reconstruyera. Fue por tanto indispensable situar los instrumentos en la pequeña plataforma que hay delante del Santuario. Para ello se construyó una nueva caseta para la observación aprovechando los materiales de la anterior.

El comisario de la expedición dejó constancia en su informe de la ayuda recibida por algunos pueblos de la zona:

“…y aunque no citaré todas las personas que nos han dado su apoyo, debo hacer especial mención al Cabildo Catedral de Tarazona, que nos cedió el Santuario para hospedarnos; del Sr. Gobernador civil de Zaragoza, y de los Alcaldes de Tarazona, Añon, Lituénigo y San Martin que nos han prestado los auxilios necesarios,…”

Si quieres saber todos los detalles sobre este acontecimiento, te recomiendo que leas el informe que elaboró el comisario de la expedición. Puedes acceder a él desde el siguiente enlace.



Para dejar un comentario, entra como "anónimo" o "nombre/URL" Gracias.